Qué ver en Verona

Hace unas semanas os hablaba de mi viaje a Bolonia. Bien, mientras estuve allí, aproveché para hacer un viaje de un día a Verona. La distancia entre ambas ciudades no es mucha y en tren apenas tardamos una hora. Aunque es una ciudad pequeña, tiene muchas cosas por visitar. Aquí os destacaré las que yo vi.

La Arena de Verona

El anfiteatro de Verona. Fuente: Jara Bravo.

Nada más llegar al centro lo primero que ves es el Anfiteatro de Verona. Irremediable te tiene que recordar al Coliseo romano, aunque más pequeño. Se construyó en el siglo I durante el reinado de Tiberio y es el tercer anfiteatro de Europa. Como todos los anfiteatros se utilizaba para la lucha de gladiadores. En la actualidad se representan óperas y obras teatrales. Por la noche la iluminación te da otra perspectiva de este monumento, haciéndolo más impresionante de lo que es.

Piazza Bra

Vista de la Piazza Bra. Fuente: Jara Bravo.

La Piazza Bra es la plaza que da a uno de los lados de la Arena, algo así como la plaza mayor de la ciudad y el punto de encuentro de sus ciudadanos. Se entra en ella a través de los portales de la Bra, dos arcos renacentistas con almenas y que sostienen un reloj enorme con decoraciones clásicas. También encontramos el Palacio Barbieri, que actualmente es el Ayuntamiento de Verona de estilo neoclásico, con grandes columnas que nos recuerdan a los templos romanos.

En el lado izquierdo de la plaza, entrando por los portales de Bra, encontramos el Listone, una acera ancha de mármol rosa, donde encontramos restaurantes y tiendas, encastados en edificios renacentistas y barrocos.

Calle Giuseppe Mazzini

Junto al anfiteatro y siguiendo el Listone, se abre una larga y estrecha calle peatonal que une la Plaza Bra con el resto de elementos de Verona. Cuenta con centenares de tiendas, algunas de lujo otras para todos los bolsillos.

Casa di Giulietta

Estatua de Julieta. Fuente: Jara Bravo.

Cuando llegamos al final de la Calle Giuseppe Mazzini podemos girar a la izquierda y llegar a la Piazza delle erbe o a la derecha y llegar a la Casa de Giulietta. Porque, ¿quién no visita Verona deseando ver la casa de los enamorados más famosos? Se trata de un palacio del siglo XII, que perteneció a una familia llamada Dal Capello. Como el apellido de esta familia se parecía a Capulleto se hizo correr la leyenda de que había sido la casa de Julieta.

La realidad es que las autoridades veronesas recrearon en esta casa la vivienda que Shakespeare narraba para atraer a los turistas. De hecho, el famoso balcón des del que Romeo subía a ver a Julieta se construyó en el siglo XX y el interior de la casa cuenta con muebles del siglo XVI y XVII, objetos de cerámica y cuadros con escenas de Romeo y Julieta de Franco Zefirello.

Casa de Giulietta. Fuente: Jara Bravo.

La casa se encuentra en una especie de patio interior en el que se encuentra una estatua de bronce que representa a Julieta. Normalmente hay una fila de gente esperando para tocarle el pecho derecho a la estatua (todo muy machista), ya que se dice que si lo haces regresarás a Verona o encontrarás el verdadero amor. Detrás de la estatua hay una pared de piedra repleta de chicles pegados, candados y cartas de amor.

¿Y Romeo? ¿No tenía casa? Pues, posteriormente a mi visita, descubrí que sí. Si vas hasta las Arche Scaligere y continúas por esa calle y luego giras la siguiente a la derecha encontrarás la casa de los Montecchi. En este caso no hay tanto turista como en la de Julieta ya que solo se puede ver el exterior de una casa de origen medieval.

Piazza delle Erbe

Piazza delle Erbe. Fuente: Jara Bravo.

Si la Piazza Bra era el centro de encuentros y el primer gran espacio de Verona, la Piazza delle Erbe es el centro neurálgico de la ciudad. Pintoresca y animada, encontramos restaurantes, tiendas ambulantes y edificios que la convierten en la más bonita y atestada. En el centro encontramos la columna del león alado de San Marcos, recordándonos que Verona formaba parte del territorio de la República de Venecia y detrás de ella el Palazzo Maffei.

Piazza dei Signori

Piazza dei Signori, con la estatua a Dante. Fuente: Ayuntamiento de Verona.

Paralela a la Piazza delle Erbe, se puede acceder a ella a través del Arco de la Costa. Al pasar por debajo, alza la cabeza y verás una costilla colgando. La leyenda dice que se trata de una costilla del diablo, pero en realidad no es sino el hueso de una ballena perteneciente a un mercante del lugar. Aquí encontramos el Palacio de la Razón, símbolo del poder político hace años, la Torre de los Lamberti, desde donde tendrás la mejor panorámica de la ciudad y el monumento a Dante, ya que este escritor fue exiliado de su ciudad natal, Florencia, y se refugió en Verona durante mucho tiempo.

Ponte di pietra

Vistas desde el Ponte di Pietra. Fuente: Jara Bravo.

Es el puente más antiguo de la ciudad y fue reconstruido durante la Segunda Guerra Mundial, al ser destruido por los alemanes para evitar la huida de las tropas. Todavía conserva la torre de defensa que lo custodiaba en la Edad Media.

Catedral de Santa Maria Matricolare

Fachada de la Basílica de Santa Maria Matricolare. Fuente: Jara Bravo.

Esta catedral es el Duomo de Verona. Fue construida sobre las ruinas de dos iglesias paleocristianas, con un estilo románico que se fue transformando hasta su actual aspecto. Su exterior conserva casi todos sus elementos primitivos, con columnas salomónicas y el gran campanile. En el interior, su bóveda pintada puede recordar al Panteón de Roma.

Iglesia de Santa Anastasia

Facha de la Iglesia de Santa Anastasia. Fuente: Jara Bravo.

Es la iglesia más grande de Verona, del siglo XIII, y es un gran ejemplo del gótico italiano. Su decoración interior es sobria, clásica y equilibrada y destacan las dos pilas bautismales que se sostienen sobre dos jorobados, el primero apoyando las manos en sus rodillas y el segundo con una mano en la cabeza, con gesto de preocupación.

Castelvecchio i el Puente Scaligero

Puente Scaligero. Fuente: Jara Bravo.

Castelvecchio es una construcción destinada a defender a la gente de Verona, servir como ruta de escape hacia el norte y como símbolo del poder de los Scaligieri.  Desde 1957 se convirtió en museo, con una gran exposición de arte medieval. Integrado al Castelvecchio, encontramos el Ponte Scaligero, construido con ladrillo rojo y arcos ascendentes. Asciende desde la orilla izquierda para facilitar la escapa en caso de ser necesario.

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